08. Solstice

La naturaleza reproduce los ciclos misteriosos desde la noche de los tiempos. Para continuar nuestra evolución en armonía con ella, debemos entender la forma en que estos ciclos se observaban e interpretaban en el pasado. Considerado el ombligo del mundo en la antigua Grecia, el oráculo de Delfos se convocaba de este modo. Estaba especialmente dedicado a Gea, la diosa madre de todos los dioses, diosa de la tierra y la tierra misma. Un muro en ruinas recuerda los restos de este lugar místico, donde los dioses respondían acertadamente a las preguntas críticas relativas al futuro. Siguiendo una línea imaginaria entre el solsticio de invierno y el solsticio de verano, un pequeño canal atraviesa el jardín como una línea de vida, desde su nacimiento burbujeante hasta su regreso debajo de la tierra. Entre las piedras derrumbadas, una abertura en forma de semicírculo permite continuar a los visitantes. En este lugar sagrado, la vegetación ha cubierto el suelo y los restos del edificio: jóvenes abedules y gramíneas, entre otras especies pioneras, musgos y plantas de terrenos baldíos, de arcenes, de vías del ferrocarril y de otros espacios sin jardineros, árboles ornamentales y plantas perennes, etc. Parece como si la propia Madre Tierra hubiera trasplantado su jardín. Hay una cierta lógica en esta concepción de un ecosistema que, con el tiempo, recupera su independencia. El resultado es un paisaje natural verde y lleno de color.

DISEÑADOR

«Trabajo en los jardines desde 1994. Nací en EE. UU. y en 1999 me gradué en Ciencias de las Plantas y de los Suelos con una especialización en Horticultura Ornamental por la Universidad de Delaware. Justo después de obtener el diploma, me contrataron en Longwood Gardens, un enorme jardín botánico situado junto a Filadelfia, que recibe anualmente más de un millón y medio de visitantes. Mi pasión por los jardines creció aquí, puesto que pude desarrollarme profesionalmente a través de las responsabilidades adquiridas a lo largo de los años en los jardines al aire libre. Durante varios años también he diseñado y mantenido los jardines-patio de la entrada principal de Longwood Gardens. Después de 15 años trabajando en Longwood, me mudé a Francia, concretamente al valle del Loira. En 2015, me contrataron como director botánico en el Château de Chenonceau, donde trabajé durante tres años antes de lanzarme a una nueva aventura: la creación de mi empresa para el diseño de jardines. En Chenonceau, era y sigo siendo responsable de la elección de las plantas y de los diseños en este jardín que rinde homenaje a Russell Page, inaugurado en 2018. Mi enfoque profesional consiste en crear jardines adaptados al clima y que visualmente aporten una emoción manteniendo el espíritu del lugar. Mi prioridad es el diseño de jardines con una vegetación abundante que nos incite a pasar el tiempo allí. El objetivo es crear jardines sostenibles, que despierten la emoción y que estén inspirados en los paisajes naturales».