14. Retour aux racines
¡Nuestros suelos están vivos! Son uno de los pilares silenciosos de nuestros ecosistemas. Todos los días, nos alimentan y permiten que el ciclo de la vida continúe. Son los guardianes secretos de la evolución de la vida en la tierra. Desde Darwin, tenemos la impresión de que todos los seres vivos del planeta luchan constantemente entre sí en una carrera interminable por la competencia... Sin embargo, hace 150 años, los científicos descubrieron que hay otro poderosísimo mecanismo que impulsa la vida de las comunidades vivas del planeta: la cooperación a través de una red real. Bajo nuestros pies está el increíble universo de la rizosfera. Un universo donde la cooperación es la regla. Un universo en el que las raíces de las plantas viven, se comunican e intercambian en simbiosis con los hongos. Esta simbiosis llamada micorriza apareció hace unos 450 millones de años y ya ha pasado por cinco extinciones masivas de la vida en la tierra.
Frente a los desafíos sociales y ambientales actuales, parece indispensable el surgimiento de la inteligencia colectiva y cooperativa. Unirse para «asociarnos con la naturaleza» es el reto del siglo XXI. ¿Sabremos aprender de esta cooperación subterránea? El paseo inicia un viaje poético por la vida de los suelos a través de la arquitectura radicular de un árbol centenario pintado de azul. Esta puesta en escena destaca la increíble cooperación que tiene lugar bajo nuestros pies cada día y ofrece una inmersión a nuestra escala.
DISEÑADORES
Giulia Pignocchi y Julien Truglas son arquitectos paisajistas francoitalianos fascinados por la relación entre el arte y la naturaleza. Con vocación de exploradores, han realizado varios viajes de larga duración, que han marcado su personalidad comprometida. Uno de los viajes más importantes para su práctica de la arquitectura del paisaje fue la navegación en velero durante cuatro meses desde Madagascar hasta Brasil, bordeando el cabo de Buena Esperanza. Durante esta exploración austral descubrieron otras formas de relacionarse con el mundo, los desafíos ecológicos, la poesía de la naturaleza y la solidaridad humana. Y de este viaje volvieron convencidos de la importancia de asumir las responsabilidades sociales y ambientales de su profesión. Giulia Pignocchi se graduó en la facultad de Arquitectura La Sapienza de Roma y Julien Truglas es graduado por la École Nationale Supérieure d’Architecture et de Paysage de Lille. Juntos fundaron en 2014 el taller LE MA Paysage. Su especialidad es recuperar los espacios abandonados a través del arte de los jardines, del urbanismo ecológico y de la participación ciudadana. Los proyectos que han realizado en este sentido van desde la pequeña a la gran escala: del arte in situ de la Costa de Granito Rosa bretona hasta la costa italiana del lago de Como, los jardines alimenticios públicos y privados, los parques ecológicos de gestión de las aguas pluviales, los planes de plantaciones que enriquecen la diversidad biológica para las licencias de construcción de empresa, los permisos de desarrollo de ecobarrios, los proyectos de planificación participativa para los distritos metropolitanos y los municipios rurales, o los parques paisajísticos, como en el caso de las 50 hectáreas del centro de cría equina del sultán de Omán en Montjay. Además de su actividad como diseñadores de paisajes, en 2017 desarrollaron el laboratorio LE MA, una asociación cuyo objetivo es educar a un gran público sobre las cuestiones ambientales a través de las actividades sobre el terreno. En 2019, organizaron la primera edición de la Manifestation d’Architecture du Paysage en diferentes lugares culturales de Lille. Cofundadores de Lisière(s), la asociación premiada por la gestión y acondicionamiento del Jardín Ecológico de Lille, estuvieron trabajando en este proyecto de ecología urbana y participación ciudadana desde el 2015 hasta el 2020. Durante cinco años, fueron los arquitectos paisajistas encargados del diseño paisajístico, del desarrollo de la programación cultural y de la estructuración de un colectivo de habitantes para la gestión de este bosque urbano de 2,5 hectáreas en las fortificaciones de Vauban. Con esta experiencia, decidieron replicar la aventura en un valle de 10 hectáreas en Cerdeña. Para ello, crearon una empresa agrícola italiana y planificaron para 2021 la inauguración del primer GardenLab mediterráneo.
Alan Douchet nació en París y creció en la región parisina rodeado de un paisaje de hormigón. Apasionado por el arte, en un principio se orientó hacia la arquitectura y el diseño del espacio. Fue durante unas prácticas en un estudio de arquitectura cuando Alan descubrió el proyecto del paisaje. Desde entonces, ha ido desarrollado una mayor curiosidad por el paisaje y la naturaleza, que hasta ese momento tan solo había ocupado un segundo plano para él. Después de obtener un Diploma de Técnico Superior en Diseño de Espacios en París, se matriculó en la École Nationale Supérieure d’Architecture et de Paysage de Lille durante 4 años. Durante sus estudios, fue cofundador de la asociación Lisière(s), dedicada a la restauración y reapertura del Jardín Ecológico del barrio Vieux-Lille. Tras su graduación, Alan se trasladó a los Países Bajos en 2016, donde trabajó en estudios durante algún tiempo antes de ser contratado por la ciudad de Ámsterdam como diseñador de jardines. Durante este período trabajó principalmente en el desarrollo de espacios públicos y conoció a Ton Muller, paisajista senior de la ciudad de Ámsterdam y especialista de la ciudad en los diseños de plantación. Gracias a Ton Muller, Alan se perfeccionó en el conocimiento de las plantas, el diseño de la paleta vegetal y la composición de las plantaciones denominadas «naturalizantes», un estilo desarrollado en los países anglosajones y hecho famoso por Piet Oudolf y Nigel Dunnett. Desde principios de 2020, Alan trabaja por su cuenta entre París y Ámsterdam. El paisajista organiza su actividad en torno al diseño de jardines de particulares, la realización de tareas freelance para para agencias y la prospección de territorios para municipios y comunidades de municipios.