15. Le jardin camouflage
El camuflaje permite al animal cambiar de forma o de color para fundirse con el paisaje. Al igual que el camaleón o la raya que desaparecen en su entorno, hay un lugar apartado de las miradas para la contemplación, la relajación y la reflexión. Tras una época especialmente difícil, este lugar es ideal para relajarse, analizar los propios sentimientos, planificar otras experiencias y formar nuevos sueños. Oculto tras las paredes, su interior negro crea un espacio íntimo, mientras que el exterior está recubierto por un espejo, que refleja la vegetación y protege este oasis de paz. Enrollado sobre sí mismo en una espiral, este refugio posee una terraza de madera que invita a tumbarse. Entonces todo lo que se puede ver es el cielo: el pasar de las nubes, el vuelo de las aves y el tránsito de la luna y del sol. Nada más distrae nuestra atención. Es un remanso de paz en el corazón del número áureo, sobre el cual se ha diseñado el plano del jardín. Dos grandes caminos de grava se unen en la espiral, y están bordeados por troncos de madera, en los que poder detenerse para disfrutar de la variedad de plantas silvestres reflejadas en el espejo. Las plantas elegidas, lo más ligeras posible, son mecidas por el viento. Sea cual sea el estado de ánimo, aquí se encuentra un alimento personal y poético.