21. Le jardin de Proust : le cours d'un dessein
“Todo eso, pueblo y jardines, que va tomando forma y consistencia, sale de mi taza de té.” Por el camino de Swann, 1913, Marcel Proust.
En la época de Marcel Proust, artistas, escritores, pintores y aristócratas se entregaban a un ballet mundano, teñido de abundancia. A lo largo de su vida, el autor no dejó de pensar y escribir sobre este teatro social, vasta comedia humana en la que evolucionaba. Este jardín nos invita a recorrer el camino de su pensamiento, el transcurso de su vida, penetrando en primer lugar en un salón, auténtico jardín interior con antiguas butacas, un piano, veladores adornados con flores y plantas ornamentales. Después, el visitante sale del salón y está frente a un prado sembrado de flores campestres, plantado con frutales, que recuerda los cuadros de Claude Monet. Un murete cubierto de plantas rastreras bordea un camino luminoso, que fluye hacia una vegetación espesa y después el camino se transforma en un estrecho corredor que serpentea a través de plátanos, palmeras y otros bambúes. Y al final de este camino… una exuberante capilla, adornada con colgaduras pesadas y plantas tropicales, engulle al visitante en una atmósfera sombría.