14. Attrape-rêve
published at 12/03/2018
Según una leyenda popular del pueblo amerindio de los ojibwa, el atrapasueños es un objeto místico que permite captar los malos sueños y sólo recordar los positivos.
Este jardín escenifica el contraste entre sueño y pesadilla, entre sueño y realidad. El límite es a veces tan sutil… Los pensamientos, a menudo se nos escapan y sería muy difícil darles forma.
El paisaje misterioso al que entra el visitante va a cuestionar sus miedos y sus deseos. Estos pensamientos reprimidos que sólo se expresan a través de los sueños y que no siempre tomamos un tiempo para escuchar. Los pensamientos íntimos, que sólo pertenecen a uno mismo, merecen unos minutos de atención.
Entre a esta selva exuberante, que rebosa de vida y espíritus malignos. Explore sus pensamientos. De la oscuridad a la luz, tómese un tiempo para reflexionar y refúgiese bajo el lienzo. Escuche esta dulce melodía silenciosa. Afortunadamente, si viene temprano por la mañana, unas gotas de rocío gotearán a sus pies y tal vez le susurren las historias contadas durante la noche.
DISEÑADORES
Sophie RUYER, arquitecta-paisajista, y Collectif POURQUOI PAS ?!
FRANCIA
El Collectif Pourquoi Pas ?! agrupa desde 2014, a arquitectos de la École nationale supérieure d’architecture de Lyon, Grenoble, Estrasburgo y Marsella, ingenieros del Institut National des sciences appliquées de Lyon, paisajistas y grafistas en torno a la voluntad de considerar la práctica arquitectónica como vector de transmisión y de proyección colectiva. Bajo el estatus de asociación ley 1901, el colectivo desarrolla proyectos desde el diseño hasta la construcción, dejando que el proceso se enriquezca con implicaciones diversas y no planificadas. En este procedimiento, los proyectos son, en la medida de lo posible, co-diseñados e incluso co-construidos con el dominio habitual.
Desde hace tres años, Pourquoi Pas ?! trabaja en terrenos que evolucionan a merced de las renovaciones urbanas y experimenta con herramientas y protocolos de transmisión y de recopilación de datos con diferentes públicos: asociaciones, escuelas, habitantes de un barrio, etc. para abordar el tema de la ciudad en su sentido más amplio.
Su equipaje está construido entre experiencia sobre el terreno e hibridación de las competencias de una formación inicial común. Actualmente, el colectivo es solicitado por su pericia en materia de animación de obras abiertas, de participación del público y de talleres de sensibilización para escolares, así como por su experiencia en los procesos de ocupación temporal, particularmente por medio de la “permanencia arquitectónica”.
Durante 2016, el colectivo cofundó un tercer lugar, Bricologis, que agrupa oficinas compartidas y un taller de fabricación en Le Mas du Taureau en Vaulx-en-Velin, donde está instalado desde entonces.
De geometría variable, la estructura agrega poco a poco las competencias de los individuos que la activan. Si bien cada uno aporta una experiencia singular y competencias propias, la organización se encarga de que sus miembros no se limiten a su especialidad. La definición de este marco de reciprocidad permite que tanto el individuo como el colectivo se enriquezcan en una lógica de replanteamiento y de puesta en común de los conocimientos.
Este círculo virtuoso se extiende a la práctica cotidiana, convirtiendo la obra abierta en un acto colectivo, amistoso y pedagógico, donde se mezclan las experiencias y las competencias de los profesionales, usuarios o curiosos de paso, sin distinción.
Guiado por una lógica de ahorro de medios, el colectivo orienta su práctica en torno a las cuestiones de reutilización de materiales o de utilización de geomateriales locales. Instalaciones efímeras, escenografías para eventos, exposiciones, mobiliario u ordenaciones públicas transitorias, proyectos de paisaje, el colectivo se sitúa en la escala micro y local, para poder controlar el proceso, desde el diseño hasta la realización. Mantener el control del acto de construir es una motivación que une a miembros del colectivo y buenas voluntades de paso, limitando al máximo los filtros en la participación.
Sophie Ruyer es arquitecta paisajista titulada en la École d’architecture de Lyon y en la École Nationale Supérieure du Paysage de Versalles. Durante sus estudios de arquitectura, se interesó por el patrimonio arquitectónico y su valorización a través del paisaje: su proyecto de fin de estudios trata de las ruinas galorromanas de la colina de Fourvière en Lyon. Convencida de que arquitectura y paisaje van de la mano, decidió proseguir sus estudios en la École Nationale Supérieure du Paysage de Versalles. Continuó su trabajo de búsqueda del vínculo entre patrimonio arquitectónico y paisaje y presentó su proyecto de fin de estudios sobre la recalificación del cinturón fortificado de Belfort y el lugar que ocupa este legado en el paisaje actual. Desde 2016, trabaja como jefa de proyectos en Lyon, en concursos de jardines terapéuticos, parques urbanos y jardines compartidos en centro de manzanas o incluso de espacio público.