04. Drôle de trogne
Awarded on the 23rd of June 2020 by a jury of professionals renowned in the world of garden art
El árbol trasmocho es un árbol que se poda periódicamente a la misma altura para producir de forma constante madera, forraje o fruta. Entre el descopado, cuya poda se realiza en la copa, y el desmoche lateral, hay mil posibilidades (varias cabezas, varios troncos, varias armas, etc.). Después de cada poda surgen los brotes, que dan lugar a nuevas ramas y los bultos se forman al nivel de las ramas cortadas. Las podas sucesivas generan pliegues y bultos, que dan a los árboles trasmochos su aspecto especial. La producción de nuevas ramas se puede repetir durante siglos, aunque el árbol trasmocho esté hueco. Aunque el ser humano haya aprovechado su poder nutritivo y curativo desde el Neolítico, el árbol trasmocho es un tesoro caído en el olvido. En la actualidad, se ha convertido en el símbolo de una armonía posible entre el hombre y la naturaleza. Haciéndose eco de la investigación del escultor, el acuarelista y etnobotánico Dominique Mansion, cuyo Le Jardin des Trognes sobresalió en la edición de 1999 del Festival de Jardines, este jardín se propone celebrar L’année de la Trogne (El año del árbol trasmocho). Este jardín tiene en su centro un árbol trasmocho revestido de oro como una escultura sagrada que nos cuenta la historia del paisaje. Además, presenta una vegetación en crecimiento que sigue los estratos de una sucesión ecológica, desde la pradera a los grandes árboles pasando por los arbustos. La forma circular del jardín es una invitación a la meditación.
DISEÑADORES
Graduada en Artes Decorativas en París, Soline Portmann combina el arte, la escenografía y el paisaje en un enfoque global del proyecto y de la historia del lugar con vistas a su uso futuro. Apasionada por el paisaje y los espacios naturales, utiliza este doble aspecto de escenógrafa-paisajista para diseñar conjuntos en los que la puesta en escena es una celebración de la vida en todas sus formas. En este enfoque de los espacios es fundamental tanto la dimensión artística como la cuestión del tiempo. Tiempo dilatado del paisaje, tiempo breve del evento. Proponer una visión a largo plazo (visión, anticipación de los nuevos usos, durabilidad), basada en el respeto y en la puesta en valor de lo ya existente, al tiempo que se propone la experiencia del instante presente en escenas envolventes y contemplativas. La creación en 2011 del jardín La Nature des Choses con ocasión del Festival Internacional de Jardines de Chaumont-sur-Loire confirmó su deseo de profundizar su práctica del paisajismo. Para esta ocasión, Soline Portmann colaboró con el arborista y experto ambiental Romuald Bardot, con quien ha estado colaborando en numerosos proyectos de paisajes con objetivos y escalas muy diferentes: jardines privados en zonas urbanas, parques históricos, puesta en valor de espacios naturales, etc. Entre 2012 y 2016, destacan algunos ejemplos de escenografías y de paisajes que marcan la firma de Soline Portmann: Le jardin d’Essai del Observatorio de Tendencias del Jardín en el Château de Courson en 2012 (observatorio del cual es miembro desde 2013), Le Jardin Vivant en el Château de Chantilly en 2015, la escenografía teatral Journal d’une apparition en el palacio de Chaillot en 2015 en París, el patio de la tienda Piaget de París en 2015 o Le jardin Millésimé del Château Larrivet Haut-Brion. En 2016, fundó el estudio Bigtime en París con los escenógrafos Jimme Cloo y Marion Flament. Esta asociación ha dado lugar a obras tales como la performance Déplacer des montagnes para las Noches Blancas de Bruselas en 2016, la instalación Egilopes en el Festival des Hortillonnages de Amiens en 2016, la exposición Éclipse, Premier Contact en París en 2017 o la escenografía de la exposición Picasso Méditerranée en el Museo Picasso de París en 2019. En 2019, Soline Portmann fundó el taller SOLSTICE para continuar y enriquecer esta búsqueda conceptual y transversal entre el arte, la escenografía y el paisaje.
Originario del norte de Borgoña, en Puisaye, Romuald Bardot lleva madurando desde su infancia su percepción del paisaje en pleno corazón de esta región, cuyo paisaje está marcado por el boscaje. Vivir en este entorno natural le hizo darse cuenta de que la naturaleza y el hombre pueden equilibrarse con armonía. Y esta percepción se convertirá en la vocación de su oficio. Se especializó en arborismo, lo cual le llevó a ejercer de arborista escalador durante varios años. Muy sensibilizado con las relaciones del hombre con la naturaleza, posteriormente trabajó en un centro sanitario de rehabilitación mediante el trabajo, donde supervisaba a personas en situación de discapacidad deseosas de dedicarse al oficio de jardinero. Fuertemente arraigado a su tierra natal, también gestiona una granja ecológica familiar. Esencial para la preservación de los humedales locales, esta actividad le reafirma en su lucha por la preservación del paisaje histórico compuesto por prados, huertos, castañares, setos y árboles mochados. Un paisaje en el que la naturaleza y el hombre pueden y deben ser aliados. Desde 2011, colabora regularmente con la escenógrafa y paisajista Soline Portmann en el marco de numerosas obras en las que el artista aporta su experiencia en el respeto de la biodiversidad, la mejora del entorno de vida natural, la adaptación al cambio climático y el desarrollo armonioso de la agricultura. También es miembro de una asociación que promueve la agroforestería y la puesta en valor de los árboles mochados.