14. L’éveil de la graine
Las hebras de ADN, que constituyen la estructura elemental de lo vivo, guían la exploración del jardín a través de cuatro ambientes vegetales. Formando arcos, primero atraviesan un jardín silvestre de plantas nativas y, luego, se extienden mediante bancos por un jardín ornamental, expresando un desbordamiento de formas y colores, para luego conectarse a las plantas alimenticias. En el corazón de este rincón hortícola, aromático y medicinal, las hebras de ADN convergen en un kokedama gigante, envuelto en bambú trenzado, sobre un espejo de agua. Esto representa la germinación de una semilla, cuna de la vida vegetal y condensado del potencial genético. En cuanto el entorno parece propicio, lleno de energía, la semilla despierta de su letargo. Y es entonces cuando extrae su energía de los elementos fundamentales, el agua, el aire y el sol, para brotar y crecer. El paseo continúa hacia un brote floral, otra etapa del renacimiento de la vida, que ocupa el último cuarto del jardín. La yema, que prepara el nacimiento de una flor, fuente de polinización, simboliza el vínculo entre lo vegetal y lo animal. Apacible y etéreo, este capullo de sombra y frescor invita al reposo y despierta los sentidos, colocando al visitante al mismo nivel que los insectos o la pequeña fauna. La semilla y la yema son esenciales para el reino vegetal y para la continuidad de los jardines. Este recorrido a lo más cercano nos desvela el equilibrio de los ecosistemas.
DISEÑADORES
La atracción por las plantas es algo evidente para Aline Bignon, pero no fue algo inmediato. Cuando era niña quería trabajar con animales o, si no, con flores. Al terminar el bachillerato científico en 2017 y pasar un año en una clase preparatoria para acceder a los estudios superiores de veterinaria, en septiembre de 2018 se matriculó en el Institut Agro Rennes, en Angers. La entrada en esta escuela se debía a la visión que sus padres le habían transmitido desde muy pequeña: una naturaleza que hay que aprender a observar desde el insecto más pequeño hasta el árbol centenario del jardín. Creció en un entorno enfocado en el jardín a través de talleres de observación, jardinería y degustación durante todo el año de las frutas y verduras del jardín. Fue en este jardín familiar donde Aline desarrolló el sentido de la observación, el gusto por la jardinería y el conocimiento y comprensión de los microhábitats que lo adornan durante unos meses o durante todo el año. Esta educación se convirtió con el paso del tiempo en algo cotidiano, tanto en sus estudios como en su tiempo libre, cuando salía de excursión. Estas excursiones son para ella una manera de poder observar la belleza de los elementos cuando, por ejemplo, la montaña se refleja en una gran extensión de lago escocés. O incluso, cuando el sol sale por encima de los pueblos enclavados en un circo, en la Reunión. Durante sus excursiones, ya sea para esperar el autobús o durante una acampada, no duda en sacar su cuaderno de dibujos con el deseo de plasmar los paisajes que contempla y conservar un recuerdo personal. Esta herramienta le es indispensable para comprender y entender los paisajes que percibe. Además, le brinda la oportunidad de conocer a otras personas, lo que constituye una motivación adicional para sus excursiones. Convencida de la importancia de los espacios verdes integrados en el entorno urbano, tanto para el medio ambiente como para el bienestar humano, Aline aspira a trabajar en la dirección de obra, a trabajar con diferentes actores y a poder comunicar, mediante el dibujo y las palabras, ideas y proyectos.
Sterenn Kerloeguen, nacida en Bretaña y criada en el corazón del Parque Natural Regional de Armórica, ha encontrado inspiración constante en los paisajes y el entorno que la rodean. Su conexión profunda con el patrimonio natural, arquitectónico y cultural ha despertado en ella el deseo de proteger y preservar estos elementos. Su amor por la naturaleza se refleja en su interés por pasear a orillas del mar, explorar los páramos de los Montes d’Arrée, su conexión con la horticultura heredada de sus padres y abuelos, así como, su pasión por el senderismo de montaña durante sus vacaciones. Estos elementos constituyen una fuente de inspiración constante en su vida. Arraigada en este entorno desde su infancia, ha sido testigo de la evolución de los paisajes a lo largo del tiempo, lo que ha alimentado su deseo de acompañar a las poblaciones y los espacios en estas transformaciones territoriales. Después de obtener el bachillerato, se matriculó en el Institut Agro Rennes-Angers, antes conocido como el Instituto Nacional de Horticultura, donde se especializó en horticultura y paisajismo. Las pasantías realizadas en diversos jardines botánicos y estudios de diseño paisajista fortalecieron su convicción en la elección de su camino profesional. Esta trayectoria la llevó naturalmente a Alemania, donde obtuvo una doble titulación en arquitectura paisajista por la Hochschule Weihenstephan-Triesdorf. Esta experiencia tan enriquecedora le permitió descubrir nuevas perspectivas y enfoques para abordar y diseñar paisajes. En la actualidad, Sterenn aspira a contribuir activamente en la preservación y desarrollo de los territorios, colaborando con comunidades y consultoras.
Marina Seguin creció en una pequeña ciudad del departamento de Puy-de-Dôme, en el corazón de la llanura de la Limaña. Criada en una familia vinculada a la agricultura, ha estado rodeada de la naturaleza desde su infancia. Las comidas familiares y las celebraciones en el campo marcaron su niñez, y a los 10 años pasaba la mayor parte del tiempo leyendo, montando en bicicleta y haciendo actividades manuales. La literatura, especialmente las novelas de fantasía, la transportaba a universos paralelos llenos de paisajes imaginarios. Las actividades manuales le brindaron la oportunidad de explorar su creatividad. Después de completar su educación general y obtener el bachillerato se matriculó en una clase preparatoria para estudios superiores en Biología, Química, Física y Ciencias de la Tierra (BCPST), debido a su interés en la biología y su cercanía con los animales. Posteriormente, decidió estudiar ingeniería de paisajes en Angers y se unió a Agrocampus Ouest (actualmente el Institut Agro). Al acceder directamente al tercer año, redescubrió el aspecto creativo que había perdido desde las clases de artes plásticas en el Liceo. Emocionada por combinar sus conocimientos científicos con la sensibilidad estética del paisaje, está decidida a explorar las diversas facetas de este campo, participando en proyectos variados, como el Festival Internacional de Chaumont-sur-Loire.
Mathilde Verdier, urbanita desde su nacimiento y criada en Rennes, encontró una conexión profunda con la naturaleza a través de escapadas al bosque y los jardines de sus abuelos. Su amor por la tierra se refleja no solo en su aprecio por la materia en la cerámica, sino también en la importancia que concede a los colores, asociándolos a menudo con la riqueza en sus paletas. Apasionada de los juegos y las libertades que le ofrecen sus aventuras en plena naturaleza, se esfuerza por mantener una mirada curiosa y atenta a la diversidad de sus entornos. Durante sus estudios en el Institut Agro Angers, consolidó su relación íntima con el paisaje, combinando un espíritu racional y operativo con su creatividad y entusiasmo. Como una persona creativa y entusiasta, busca oportunidades para soñar con otras posibilidades. Forma parte de dinámicas de grupo, impulsando iniciativas como la Expo Flo (exposición floral que se celebra cada dos años en el Institut Agro Angers), experiencias empresariales, estudios de arquitectura en Madrid y la participación en el Festival Internacional de Jardines de Chaumont-sur-Loire. Está orgullosa de hacer florecer este proyecto de jardín junto a quienes lo rodean. Su objetivo es despertar el interés de los visitantes por disfrutar del aire libre, inspirada por la influencia positiva de su abuela.
Florian Berjamin, nacido en Saumur y criado en las laderas del Loira, en el corazón de los viñedos de Saumur, se apasionó por la naturaleza desde joven. Hijo y nieto de paisajistas, creció en contacto con la naturaleza gracias a la educación que recibió y al gran jardín familiar. Al pasar mucho tiempo al aire libre y cuidar especialmente del huerto y de los árboles frutales, poco a poco se fue apasionando por la naturaleza que lo rodeaba y, en particular, por las aves. A los 8 años, se hizo voluntario de la Liga para la Protección de las Aves (LPO). Después de algunas dudas sobre su elección de carrera, se decantó por el paisajismo y se matriculó el Agrocampus Ouest (actualmente, el Institut Agro) en Ingeniería de Paisaje en septiembre de 2019. Al buscar una profesión que combinara el dibujo y el diseño, como el diseño de automóviles o la arquitectura, la profesión de paisajista le permitió combinar estos ámbitos con la naturaleza y las plantas. En su tercer año se marchó a Alemania para hacer una formación de paisajismo en la Hochschule Weihenstephan-Triesdorf (HSWT), en Freising. Allí descubrió una visión diferente del paisaje a través de numerosos proyectos. También participó en varios concursos de paisajismo, como el concurso internacional de estudiantes Le Notre 2022-2023, donde su proyecto fue finalista. Como le gusta combinar los beneficios para la naturaleza con la calidad de vida para los seres humanos, ha desarrollado un interés particular por las piscinas naturales. Durante una pasantía muy formativa en Austria, país donde se creó este concepto en la década de 1980, trabajó como responsable de estudios en una empresa especializada en este ámbito. Actualmente, está finalizando sus estudios con planes de diseñar y construir jardines para particulares y, tal vez algún día, retomar el negocio familiar.