17. Arbres de vie
Árboles de vida
Los árboles, a pesar de ser devastados por la deforestación, a veces logran revivir de una forma u otra, cuando una semilla, una raíz o un arbusto se aferran a su estructura, incluso desprovista ya de savia, demostrando la resiliencia y la posibilidad de reparación de los paisajes asolados por los excesos del hombre.
Las plantas se vuelven trepadoras para alcanzar la luz y exponer una gran superficie de sus hojas a su acción y a la del aire libre. Este resultado se obtiene mediante un gasto increíblemente bajo de materia organizada, en comparación con los árboles, cuyo tronco macizo debe soportar el considerable peso de las ramas.
Plantas enredaderas, que ascienden enrollándose en el sentido de las agujas del reloj, especies que se enrollan espontáneamente y se adhieren mediante peciolos sensibles, raíces laterales, zarcillos ramificados o curvados, follaje que solo repta sobre otras plantas. En este jardín se desarrollan todas las estrategias de vida y de multiplicación de la naturaleza. La originalidad de las plantas trepadoras consiste, además de en su gran rapidez de crecimiento, en su capacidad de adaptarse a la flexibilidad de las superficies y a las tensiones generadas por sus movimientos.
Paulatinamente, los árboles se vuelven a cubrir de vegetación, proporcionando una sombra cada vez más densa a medida que avanza la estación y aumenta el calor.