A. Lee Ufan

La obra de Lee Ufan es una búsqueda de la redefinición del arte. El artista siempre ha mezclado estrechamente filosofía y creación artística. A mediados de los años 1960, fue uno de los fundadores del movimiento minimalista japonés Mono-ha, que se interesaba por la propia naturaleza del material, esforzándose por establecer un diálogo entre los creados por el ser humano y las materias primas, iniciando una reflexión sobre lo artificial y lo natural. En el centro de su propósito figura el lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza y diferentes cuestionamientos sobre dualidades, como el presente y la eternidad, lo lleno y lo vacío, lo finito y lo infinito, mientras que tener en cuenta el medio ambiente es parte integrante del proceso creativo.

“El encuentro con un lugar y la comunicación con el mundo exterior son tan importantes como las herramientas y los materiales que necesitaré para realizar una obra. Todos estos elementos están reunidos en mi enfoque; chocan entre sí hasta que se instaura una perfecta armonía o disonancia. Es exactamente como los instrumentos, cada uno con su propio carácter, dirigidos por un director de orquesta. Además, cada obra requiere mi total y completa implicación, física y mental”, declaró el artista en 2017 con motivo de la inauguración de Topos (Excavated), en el Castello di Ama, en Italia.

Desde los años 1960, el pensamiento y la obra de Lee Ufan se desarrollan entre Corea, su país natal, Japón, y Occidente, especialmente Francia, así como entre la filosofía y el arte. Sus obras se presentan como encuentros y experiencias por vivir. Si bien sus esculturas y entornos juegan con el espacio, sus pinturas están apegadas al tiempo y todas dan testimonio de un deseo del artista de domesticar el infinito. Cada una de sus obras refleja principios filosóficos esenciales”. No es el universo lo que es infinito, es el infinito lo que es el universo”, afirma, por ejemplo.

Sus esculturas suelen estar formadas por varios elementos asociados (madera, piedra y algodón para los materiales naturales, metal, vidrio y espejo para los creados por el ser humano), que el artista pone en resonancia con el lugar que los acoge. Así, en 2022 en Arles, Requiem se diseñó especialmente para evocar la necrópolis antigua de esta ciudad. Los 13 Relatum -término utilizado por Lee Ufan desde1972 para designar sus esculturas- recordaban las piedras rectangulares alineadas en el camino que conduce a la iglesia Saint-Honorat o dispuestas en las capillas. Optando siempre por vincular el hacer y el no hacer, Lee Ufan crea un espacio poético basado en el principio de que “ver, elegir, tomar o desplazar ya forman parte del acto de creación”.

Sus obras son sencillas y no representan ningún objeto ni ninguna escena. No hay relato que descubrir ni simbología que descifrar, todo el arte se concentra en la sensación. Según palabras del artista, es necesario sentir la presencia del aire y del espacio. Lee Ufan medita durante mucho tiempo y después respira profundamente, antes de hacer el primer gesto. Cuando pinta, aplica suavemente el pincel en el espacio inmaculado del lienzo durante varios minutos, repitiendo la acción varias veces, y luego lo deja secar durante una semana antes de volver a empezar. Este proceso se repite en tres o cuatro ocasiones.

La superficie del cuadro nunca se pinta completamente. Lee Ufan se niega a comportarse con el espacio del cuadro como si fuera un territorio que hay que conquistar. Quiere que su obra nazca del vínculo que se establece entre la parte habitada y la parte virgen, que califica como parte presente y parte ausente de la creación. Para él, se trata de un encuentro entre su mundo interior y el del exterior. Cuando se produce el encuentro, una imagen aflora del blanco e inicia un diálogo sensible e infinito con el espacio y en el tiempo. Y su objetivo es siempre el mismo: suscitar una reflexión. Lee Ufan crea en la moderación y la sobriedad. El artista contiene sus palabras como contiene su aliento. Nos insta a mirar el mundo por nosotros mismos y a prestar más atención a la naturaleza que a los discursos.