Samuel Rousseau

La instalación vídeo de Samuel Rousseau, L'Arbre et son Ombre (Arbol y su sombra), celebra la renovación permanente de la naturaleza, la fuerza y fragilidad de los árboles y el eterno retorno de la vegetación. Verdadera proeza técnica, esta composición asocia el tronco de un castaño y un vídeo. Mientras que el árbol, privado de savia, ramas y hojas domina la sala, bastan 13 minutos (lo que dura el vídeo, proyectado continuamente) para hacerle revivir el ciclo de las estaciones, bajo el ojo atónito del visitante fascinado. Dibujadas con precisión, ramas y hojas son proyectadas contra el muro como una sombra desplazada, y visten progresivamente la corteza. Desde los brotes hasta la caída en el otoño, este follaje "digital" da vida al árbol, que pasa a ser inmortal y fascina al visitante.

Samuel ROUSSEAU

 

 

Instalado en Grenoble, este marsellés de origen escapa a toda categorización, lo que lo llena de orgullo. Apasionado de la ciencia, virtuoso de la programación informática, crea obras inspiradas tanto por el humor como por la poesía. Si el objeto olvidado, el jeroglífico, se encuentra en el centro de su obra, es para constituir el soporte de una interrogación global sobre nuestra sociedad y sus modos de consumo, y también, un paso más allá, sobre la fragilidad del individuo, sobre el malestar. Urbanismo, arquitectura y cultura popular son así temas recurrentes: "Me intereso en el alma de la gente y, con este fin, utilizo cada vez más la poesía y el humor. La poesía trasciende y el humor permite plantear cuestiones bastante serias sobre la sociedad". (Extracto de la entrevista con Elisa Fedeli, 2011). Las obras son entonces pensadas con una extrema complejidad en su diseño – tanto conceptual como técnico – que es capaz de disimularse para dejar que aparezca sólo la ligereza, en beneficio de un encuentro artístico.