Denis Brihat
“Ver un mundo en un grano de arena y un cielo en una flor silvestre, tener el infinito en la palma de la mano y la eternidad en una hora.”
Estas pocas palabras de William Blake (1757-1827) corresponden perfectamente a la obra de Denis Brihat. Fijada en una de sus imágenes, la mirada sueña. Se sumerge en la materia, sigue el increíble contorno de la forma, rechaza cualquier interpretación para entregarse plenamente a la contemplación. “Tulipe noire, 2001, dimensions en cm
40 x 50” (Tulipán negro, 2001, dimensiones en cm 40 x 50), precisa la leyenda. Bajo la mirada del fotógrafo, la flor se convierte en una figura coreográfica. Sus pétalos, su tallo, su pistilo... son captados en su máxima expresión. Desde 1958, Denis Brihat trabaja asiduamente en sus “cuadros fotográficos” como los llamó desde el comienzo. Instalado ese mismo año en Provenza, en Bonnieux, el artista se dedica desde entonces a la naturaleza, no encerrándola en paisajes, sino cuestionándola a partir de algunos de sus elementos, como flores, árboles, frutas, verduras o arenas. Sacados de sus contextos, todos dejan brotar una increíble belleza, fruto de una búsqueda tanto estética como filosófica. “Denis Brihat construye sus imágenes para que se revele un orden natural. Defiende así, no sin valentía, una de las funciones primordiales del arte que es complacer a los demás. […] Es en el aparente desorden del mundo natural donde Denis Brihat encuentra su orden. La ciencia del encuadre, la precisión de la composición y el rigor de la ejecución revelan la arquitectura de la gran obra de la naturaleza”, subraya el fotógrafo e historiador Pierre-Jean Amar.
A finales de los años 1960, Denis Brihat comenzó una investigación sobre el color a través de virajes metálicos y un proceso de grabado en placa de gelatina, dos técnicas que desde entonces no ha dejado de explorar y perfeccionar. “Sus asombrosas fotografías, reveladas en blanco y negro y después viradas con una multiplicidad de metales y pigmentos para acercarse el máximo posible al color natural, dan testimonio de su audacia experimental. Denis Brihat afirma la materialidad del revelado y busca la excelencia. Transmisor de imágenes y conocimientos, hizo escuela rápidamente por su exigencia técnica: fotógrafos de todo el mundo fueron a seguir las enseñanzas del maestro en su casa-estudio de Bonnieux, como el fotógrafo Jean-Marc Bustamante, impresionado por la originalidad de Denis Brihat y la forma en la que, muy pronto, optó por resaltar la calidad pictórica y ornamental de la fotografía”, explica Héloïse Conesa, conservadora de fotografía contemporánea en la BnF, que fue comisaria de la exposición Denis Brihat, Photographies - De la Nature des choses (Denis Brihat, Fotografías - De la naturaleza de las cosas), en 2019. La transmisión fue muy importante para el artista que se dedicó a la enseñanza hasta 1988.
Al invitar a Denis Brihat, Chaumont-Photo-sur-Loire desea rendir homenaje a uno de los grandes fotógrafos de su generación, poeta y explorador incansable. El evento presentará en 4 salas una selección de unos cuarenta “cuadros fotográficos”, tulipanes, cebollas y ajos, pero también líquenes, hierbas, agujas de cedro, flores de zanahorias silvestres y una serie de kiwis.
Estas imágenes, tratadas con una delicadeza infinita, superan con creces la descripción fáctica y concisa que las precede, porque quien nunca haya estado delante de las fotografías de Denis Brihat no puede imaginar la amplitud de sensaciones que transmiten. El tema transfigurado se impone como una aparición pictórica que flota en el aire. Una maestría que convierte al fotógrafo en un acuarelista sin igual. “Es difícil escribir sobre la obra de Denis Brihat sin hablar también de su vida: en efecto, su obra es el resultado de una elección de existencia, de un compromiso constante con la fotografía. Sin duda, es una actitud que encontramos más frecuentemente en la pintura: el artista, completamente dedicado a su creación, auténtica razón de vivir y obsesión cotidiana, es una imagen que atraviesa la historia del arte. Es menos habitual en la fotografía, pero adquiere todo su significado en lo que respecta a Brihat”, comenta Didier Brousse, fundador y director de la Galerie Camera Obscura. Los visitantes de Chaumont-Photo-sur-Loire deben esperar una revelación: la naturaleza en su forma más simple y maravillosa.
REFERENCIAS BIOGRÁFICAS
Denis Brihat nació en París en 1928. Tenía 15 años cuando tomó sus primeras fotografías en una Francia ocupada. Tras un breve paso por la escuela de fotografía de la rue de Vaugirard, en el distrito 15 de París, el joven continuó su aprendizaje sobre el terreno y ejerció su profesión a través de distintas disciplinas, especialmente la arquitectura, la industria, el reportaje y el retrato. En 1952 se instaló en Biot, en los Alpes Marítimos, donde realizó numerosas fotografías de ilustración y comenzó a desarrollar un trabajo personal, animado en esta dirección por Robert Doisneau. Pasó un año en la India (1955-1956) donde realizó fotografías para la edición con las que ganó el premio Niepce (1957), así como una exposición en la Société française de photographie.
Después se instaló en Bonnieux (1958), en Vaucluse, donde desarrolló una práctica completamente dedicada a la exploración de la naturaleza cuya complejidad y belleza deseaba revelar. Sus “cuadros fotográficos” abrieron el camino a una generación de fotógrafos-autores. Fue uno de los primeros en militar para que la fotografía fuera reconocida como una expresión artística de pleno derecho, gracias a cuidadas tiradas numeradas de pocos ejemplares y, a menudo, de gran formato.
En el Luberon, el fotógrafo llevó una vida cerca de la naturaleza. Allí tuvo importantes encuentros, como con Pablo Picasso o Fernand Léger con quien participó en el Groupe Espace, que reunía a artistas y arquitectos con un mismo deseo, el de la unidad del arte. Invitado regularmente a Estados Unidos, Denis Brihat fue uno de los primeros fotógrafos franceses que expuso John Szarkowski en 1967 en el MoMA de Nueva York, con sus amigos Jean-Pierre Sudre y Pierre Cordier.
El fotógrafo también es un ferviente defensor de una valorización democrática de la fotografía. Participó en las exposiciones de la Galerie Agathe Gaillard, una de las primeras galerías de fotografía de París, inaugurada en 1975. Denis Brihat fue uno de los fundadores del festival de Encuentros Internacionales de Fotografía de Arlés con Lucien Clergue, y también formó parte de la aventura del Château d’eau de Toulouse con Jean y Michel Dieuzaide.