Ma Desheng
"Sculptures"
Desde los años 1970, Ma Desheng pinta, dibuja y esculpe formas minerales. Para él, las piedras están dotadas de un alma. Ma Desheng se expresa guiado por el “soplo vital” -el famoso qi-. Esta relación física y sensible transmite una esperanza universal, la Armonía. Toda la reflexión de Ma Desheng se basa en la filosofía taoísta: el hombre no es el centro del universo, sino un elemento entre otros. El ser humano no tiene ningún derecho sobre la naturaleza, debe respetarla.
La obra de Ma Desheng adoptó rápidamente como objeto el cuerpo humano, al principio ausente de su trabajo, o al menos marginal en sus paisajes con dimensiones cósmicas. El cuerpo no ha dejado de ser un hilo conductor en sus experimentaciones con la tinta china y la litografía. La estabilidad de los paisajes estuvo seguida por el movimiento del cuerpo. La piedra ha sido para él el medio para llevar a cabo la mejor síntesis entre el movimiento y la estabilidad. Primero la pintó en el lienzo, con toda una serie, “los seres de piedra”. Después se adueñó del propio material. Sus ensamblajes imitan el cuerpo a través de una materia que procede del suelo. Al perder la movilidad de su cuerpo, el artista cuestiona todas las formas del equilibrio. Las piedras se apilan una y otra vez, jugando con la paradoja de su peso y su fragilidad.
Las esculturas monumentales de bronce de Ma Desheng muestran figuras despersonalizadas que trascienden la condición humana. Tejen lazos entre los elementos palpables (la tierra), sobre los que se encuentra el hombre, y los elementos inmateriales (el cielo), hacia los que el hombre se eleva y sueña. Para Ma Desheng, la piedra es el elemento catalizador de todos los seres animados por una energía, el soporte testigo de la eternidad.