13. apis vertigo
Muy seductora, la flor atrae, subyuga, embriaga… y le impresiona por todos sus encantos, por todos sus rasgos.
Suave y flexible, se engalana con los colores más vivos y los perfumes más exaltantes.
Coriácea y apagada, se hace invisible, insípida e incluso repulsiva, pero su néctar, tan apetitoso, seduce hasta a los más astutos.
En el paisaje plateado de este jardín, las plantas pálidas y aceradas se establecen sobre rocas grises. La 'Carlina Acaulis' vive aquí y engaña por su doble juego. Cuando la lluvia amenaza, sus pétalos plateados y espinosos se agrupan en un capítulo gris que protege de las agresiones y del tumulto ambiente su inmenso corazón que rebosa de polen y de un néctar irresistible.
“Apis Vertigo” intriga, tanto que alegra y confunde las almas, y rinde su nobleza a la ingeniosidad encantadora y seductora de las flores.
Aquí y allí el bloque macizo y frío se agrieta. Emergen primicias de abundancia.
Poco a poco, nos hundimos en esta inmensa falla. A lo lejos, atrae el aura de una rica canopia. En esta guarida encajonada, el desierto gris, seco y pedregoso de cardos abre paso a la exuberancia vegetal.
Acurrucado en el hueco de esta antecámara floral, el visitante es atrapado, transportado por esta exuberante generosidad. En este capullo melífero, se entrega a los olores y a los colores. La diversidad y la originalidad de las plantas nos sumergen a merced de las estaciones y se cierran por encima de nosotros, borrando poco a poco toda la relación con el mundo exterior.
Los visitantes y las abejas cohabitan y se embriagan, durante un festival, de este “Apis Vertigo”..
DISEÑADORES
Albane POIRIER-CLERC, Hermine DE CHAVANES, y Juliette GUENARD, ingenieras paisajistas
FRANCIA
© Éric Sander
Albane Poirier-Clerc alimentó muy pronto su atracción por los grandes espacios, su belleza y su diversidad, desde Fontainebleau, de donde es originaria, hasta las cumbres saboyanas, pasando por la Costa Salvaje. Titulada en 2015 en la ENSNP de Blois (École Nationale Supérieure de la Nature et du Paysage), perfeccionó su trazo y su interés por el dibujo. Diferentes viajes la llevaron de Tailandia a Haití y le permitieron desarrollar un interés particular por la flora exótica y una curiosidad por el mundo vegetal que le rodea. Después de unas prácticas en Inglaterra empezó a gustarle el arte de los jardines. Actualmente trabaja en proyectos de parques y de espacios públicos en Bath, Inglaterra (McGregor-Smith Landscape Architect).
Después de comenzar a estudiar biología, Hermine de Chavanes se tituló en la ENSNP de Blois (École Nationale Supérieure de la Nature et du Paysage). Al haber crecido en Marsella, está marcada por los paisajes secos del Mediterráneo y particularmente por el jardín botánico de Hanbury donde pasó una estancia. Sus paseos por la montaña y sus viajes a través de los biotopos de Francia y otros países le insuflaron la fascinación de la biodiversidad vegetal y de la capacidad de adaptación de las plantas. Ha trabajado en Phytorestore en proyectos de diseño y de restauración ecológica. Actualmente, quiere rendir homenaje al mundo vegetal a través del universo del jardín.
Originaria de París, Juliette Guénard hizo germinar sus primicias de paisajista cerca del bosque de Fontainebleau. Se matriculó en la ENSNP de Blois (École Nationale Supérieure de la Nature et du Paysage) donde se tituló en 2015 después de realizar un trabajo sobre un patrimonio enterrado en Bobigny, temática de la transmisión y de la conservación por la que siente un interés particular. Aprovechó sus estudios para acumular diversas experiencias e inspiraciones, a través de prácticas en la Alhambra de Granada y el jardín botánico real de Kew Gardens, y más tarde un semestre en Nueva Zelanda. Diferentes viajes para descubrir Europa, desde Francia hasta los Balcanes, sellaron una fuerte amistad con Albane y Hermine. Esta aportación de culturas, herencias e influencias exteriores compone actualmente su reflexión sobre el paisaje. Trabaja en proyectos urbanos en Zúrich, Suiza (estudio Vogt Landschaftsarchitekten).