Temporada de arte 2014

Según la tradición, cada tres años se invita a un nuevo artista a "vivir" en el castillo de Chaumont‑sur‑Loire. Para este encargo, financiado por la Región Centro, después de Jannis Kounellis y Sarkis, en 2014 será el turno del gran artista mexicano Gabriel Orozco, que se sintió inspirado por el palimpsesto de las antiguas tapicerías que decoran las paredes de los apartamentos de invitados de la princesa de Broglie.

Al tratarse de “encargos anuales” del Dominio, que recurren, como cada año, a materiales e ideas procedentes de la naturaleza, los artistas invitados a Chaumont-sur-Loire en 2014 nos transportan al lado de lo fantástico. En primer lugar, el escultor brasileño Henrique Oliveira ha inventado una forma fenomenal, mitad animal, mitad vegetal, surgida del desván de un granero y sacada directamente de nuestro inconsciente. En cuanto al británico Chris Drury, ha diseñado, en los Prados del Goualoup, una inmensa y fascinante espiral de troncos de pinos, de veinte metros de diámetro, que parece engullir la mirada y el imaginario del visitante. Por su parte, el artista ruso Nikolay Polissky ha construido, sobre la sombra proyectada por un gran cedro del parque histórico, una asombrosa figura gigante formada por miles de cepas de vid. El francés Vincent Barré ha instalado, en el fondo del parque histórico, formas poderosas que rodean el paisaje, y ha esculpido una mística corona de madera, bronce y cera bajo el Tejadillo de las caballerizas. También son mágicos los jardines virtuales que propone Miguel Chevalier en las nuevas galerías del Patio de los jardineros al lado de las “luces difractadas” de Ralph Samuel Grossmann. Por último, el pintor Stéphane Erouane Dumas expone en las paredes de la Galería del Henil acantilados sobrenaturales de creta.

Los fotógrafos invitados a Chaumont-sur-Loire nunca antes habían mostrado en Francia las obras que presentan en los apartamentos principescos del castillo. Tanto los bosques sagrados de Gyeongju, del gran artista coreano Bae Bien‑U, como las fotografías estenopeicas fantasmagóricas del alemán Hanns Zischler y las “sombras nocturnas-sombras diurnas” de Jocelyne Alloucherie, ofrecen a la mirada del visitante extraordinarios paisajes oníricos.