Durante el período de Joseon (1392-1897) en Corea, la mayoría política se servía del exilio como una última forma de castigo, destinado a los que se oponían a sus ideales y a sus valores. En lugar de ser castigados por el trabajo forzoso, los exiliados debían pasar su tiempo, e incluso el resto de su vida, confesando sus crímenes en el aislamiento. Entre ellos, había artistas y pensadores, que nos han legado obras culturales y literarias únicas. La acción de pescar se describe abundantemente en esta “literatura del exilio”, pero en vez de capturar un pez para alimentarse, se trataba de una pesca simbólica que permite capturar el tiempo y los pensamientos.
El jardín recupera esta imagen y está dividido en dos espacios: el primero, limitado, representa el exilio y el otro, el jardín de los pensamientos de los que están confinados. La caña de pescar, muy curvada, expresa el deseo de libertad, en cuanto al sedal, que se extiende hacia el mundo exterior, representa una red de pensamientos.
DISEÑADOR
Youngjun KIM, arquitecto-paisajista
COREA DEL SUR
Cuando Youngjun Kim fue por primera vez a la universidad se especializó en ingeniería de alimentos. Poco después, perdió el interés y se cambió a diseño paisajístico, que encontró mucho más interesante. Tras completar su carrera universitaria, adquirió mucha experiencia en este ámbito y finalmente creó su propia empresa. Ha diseñado una variedad de paisajes y tiene como principio realizar él mismo el proyecto completo, especialmente en el caso de parques pequeños y jardines privados. Cuando se trata del paisajismo, la delicadeza y los detalles de la construcción son muy importantes y la única persona que puede realizarlos perfectamente es el propio diseñador. Es una pena que el diseño paisajístico y la construcción estén separados en la industria del paisajismo coreana. Por lo tanto, siempre intenta participar en la construcción para expresar la intención de su diseño.