K. Le jardin de la serre
Jardín de Patrick Nadeau
Las Tillandsias usneoides son las Tillandsioideae que constituyen una subfamilia de la familia de las bromeliáceas. Se encuentran principalmente en el continente americano, entre Chile y Florida, donde son más conocidas bajo el nombre de musgo español. Son plantas epífitas –pero no parásitas–, que viven enlazadas a las ramas de los árboles alimentándose exclusivamente de la humedad del aire. El sur de Estados Unidos, con sus lagos y pantanos, cuyo pantano más famoso es el de Okefenokee, les ofrece un ambiente especialmente favorable. ¿Quién no recuerda las siluetas fantásticas y fantasmales de los árboles devorados por las largas barbas filamentosas de la película Big Fish de Tim Burton rodada en Alabama?
La instalación imaginada para el invernadero del Dominio de Chaumont-sur-Loire, presenta una lluvia de Tillandsias usneoides, que cruzan en toda su altura y de forma casi furtiva la maraña de plantas tropicales. Las plantas epífitas dispuestas en estructuras filamentosas de forma hemisférica componen una especie de cúpulas semiorgánicas y semiarquitectónicas. Recordemos que las Tillandsias no solo viven en los árboles, sino que en algunas regiones son consideradas como malas hierbas y también se las puede encontrar suspendidas de cables eléctricos. Al estar colocadas una por una sobre las estructuras, cada hebra de Tillandsia queda realzada. De este modo podemos apreciar la arquitectura única de los tallos y las hojas que, de hecho, son muy difíciles de distinguir. Lo que primero se percibe son unos tipos de guirnalda que parecen girar sobre sí mismos en un movimiento en espiral. Su piel, totalmente recubierta de pequeñas escamas vellosas, que se abren y cierran para dejar penetrar el agua de la lluvia o de las gotas de niebla, es un excelente reflector de la luz. De color verde grisáceo con reflejos plateados, la planta refleja y tiñe cualquier rayo de luz. Por lo tanto, parecía interesante trabajar con esta característica de las Tillandsias introduciendo la luz en la instalación para las visitas nocturnas del invernadero. Difuminada por las cúpulas en el seno de las plantas tropicales, la iluminación puede acentuar la dimensión mágica del proyecto, bañando el invernadero con una luz muy similar a la del universo acuático. Las Tillandsias son especialmente bonitas en el momento de la reproducción, cuando aparecen las pequeñas flores en el centro de la hoja. Pero el encanto de estas plantas solo es visual. Su materia llama al tacto y despide olores. Tras la nebulización, las Tillandsias emiten un agradable frescor impregnado de un olor a almizcle.