Castillo
Pascal Convert
"Bibliothèque cristallisée" y "Ceux de 14"
published at 05/02/2020
Bibliothèque cristallisée
La espiritualidad, la memoria y el sentido son el núcleo de la obra de Pascal Convert, a la vez misteriosa y profunda. Su trabajo se centra esencialmente en la huella y en el rechazo al olvido. Mantiene un vínculo especial con todo aquello que ha desaparecido, tanto los objetos como las personas. Pascal Convert utiliza a menudo el método de la cristalización. Vierte el vidrio fundido sobre los objetos, atacando paulatinamente el material del que están hechos los libros o la madera de las esculturas, como si se tratase de una transubstanciación, de una alquimia especial que retiene el alma del texto.
«La cristalización del libro perdido» consiste en destruir un libro y su contenido con el vidrio fundido, que poco a poco ocupa el lugar del libro. El resultado es un objeto fantasmal, una obra cristalizada portadora de la memoria vitrificada. Los restos carbonizados del libro original permanecen en el corazón de la escultura.
La huella y la marca son temas omnipresentes en la obra de Pascal Convert, también vinculadas al tema de la guerra, la destrucción y la resistencia. «Suele poner en práctica procesos de imprenta y de reproducción para revelar las huellas dejadas por la historia mediante materiales tales como la cera, el metal o el vidrio. Con la ayuda de un maestro vidriero, Convert realiza, por transmutación, un duplicado de estos libros, provocando simultáneamente la destrucción de los originales. Una vez enfriado, el resultado es una réplica de vidrio de cada libro, petrificado para la eternidad, y que conserva en su materia la huella del original y de su destrucción por el fuego. Estos fragmentos evocan las innumerables bibliotecas quemadas por los poderes totalitarios».
Es precisamente en la biblioteca de Broglie, destruida por un incendio en 1957, donde Pascal Convert instalará sus libros cristalizados por el fuego como un justo regreso de los libros quemados.
CEUX DE 14
El artista también presentará tocones, unos de madera pintada con tinta china y otros vitrificados, procedentes de los campos de batalla de Verdún. Perturbadores y colmados de memorias superpuestas, dejan una poderosa huella en las mentes.
«El tocón es un objeto de profundidad, pero también de extensión: procede de la raíz, pero también de las ramas. Encierra toda una energía en su masa, que también despliega en su arborescencia, en sus tentáculos y en su espinas de erizo. Asimismo, evoca tanto la vida en movimiento, con su laberinto de perturbaciones dinámicas, como la vida que se ha detenido, con su aspecto fosilizado ya mineral. Su configuración gráfica hace del tocón un objeto tallado, ornamental y extremadamente preciso y precioso; pero su masa brutal, árida y desgarrada, también lo convierte en algo que fácilmente evoca un gran despojo, los restos de una catástrofe diluviana. El tocón es igualmente necesario como organismo de crecimiento, a la vez contingente y residuo fulminado. Tan coherente en el suelo, donde crece como errático y absurdo en el suelo, donde lo depositas. El tocón es un volumen de tiempo orgánico, ya que concentra toda la gestación y todo el crecimiento del árbol que soporta. Pero también es una red espacial, un asiento escultórico y el sistema gráfico de la ocupación que el árbol siempre termina por realizar». Georges Didi-Huberman, La demeure, la souche, apparentements de l'artiste, 1999.
REFERENCIAS BIOGRÁFICAS
Pascal CONVERT
FRANCIA
Hijo de artista, Pascal Convert nació en 1957 en Mont-de-Marsan. Es a la vez artista plástico, escritor y realizador, y describe su trabajo como arqueología de la arquitectura, la infancia, la historia, el cuerpo y el tiempo. Utiliza materiales como el vidrio y la cera, que evocan el paso del tiempo, la luz y los efectos persistentes del pasado. En 1987, mientras vivía en Burdeos, recubrió los paneles de madera de una habitación de su apartamento con las placas de vidrio, dando paso así a la serie Appartement de l’artiste. En 1989 y 1990, residió en la Villa Medici de Roma. En 1992, realizó su primera gran exposición individual en el CAPC de Burdeos. En 1997, el filósofo e historiador del arte Georges Didi-Huberman le invitó a participar en la exposición L’Empreinte, en el Centro Pompidou, junto a Giuseppe Penone, Man Ray, Fleischer, etc. Georges Didi-Huberman le dedica varios libros de Les Éditions de Minuit, y le hizo participar en numerosas exposiciones. En 2002, inauguró su Monument à la mémoire des résistants et otages fusillés au Mont Valérien entre 1941 et 1944 (Mémorial de la France Combattante, Suresnes), por encargo del Ministerio de Defensa y a propuesta de Robert Badinter. Frente a la capilla donde fueron encerrados los condenados antes de ser conducidos a su lugar de ejecución, Pascal Convert erigió una campana de bronce de 2,70 x 2,18 m, sobre la que están grabados los nombres de los desaparecidos. Como continuación de este trabajo, en 2003, realizó el documental Mont Valérien, aux noms des fusillés.
En 2007, su exposición Lamento, inaugurada en Mudam (Luxemburgo), presentó esculturas de cera inspiradas en fotos de prensa emblemáticas: La Pietà du Kosovo (1999-2000), a partir de una foto de Georges Merillon, La Madone de Bentalha (2001-2002), a partir de una foto de Hocine Zaourar, y La Mort de Mohamed Al Dura (2002-2003), a partir de capturas de pantalla del vídeo de Talal Abu Rahmed. Estas esculturas se exhibieron durante mucho tiempo en las Naciones Unidas, en Montreal, Suiza e Italia. Ese mismo año publicó una biografía de Joseph Epstein, líder de la resistencia comunista en París y fusilado en el Mont Valérien en 1944.
En 2008, finalizó un conjunto de vidrieras para la abadía de Saint-Gildas-des-Bois (Loira Atlántico). Más tarde expuso una escultura monumental de cristal, Le Temps scellé: Joseph Epstein et son fils, con motivo de la trienal La Force de l’Art, celebrada en el Grand Palais de París en 2009. También realizó el documental Joseph Epstein: bon pour la légende. Tras cuatro años de trabajo, publicó una nueva biografía Raymond Aubrac: résister, reconstruire, transmettre (Seuil, 2011), y dedicó a este personaje dos documentales. Dos años después apareció la autobiografía La Constellation du Lion (Grasset). En 2014, participó en la Bienal de Busan, en Corea del Sur, y en la exposición colectiva La Guerre qui vient n’est pas la première: 1914-2014 en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Trento y Rovereto, Italia.
En 2016, participó en la exposición transdisciplinaria Soulèvements en Jeu de Paume. Ese año estuvo especialmente marcado por una invitación de la Embajada de Francia en Afganistán para conmemorar el 15.º aniversario de la destrucción de los Budas de Bāmiyān por los talibanes. Pascal Convert montó una misión en colaboración con la sociedad ICONEM, especializada en arqueología de las zonas de conflicto. Escanearon con drones todo el acantilado de Bâmiyân, y pusieron las imágenes a libre disposición de la comunidad científica mundial. Con un instrumento de alta precisión hizo una «impresión fotográfica» del lugar, donde se tallaron las estatuas monumentales hace cerca de 1600 años.
En 2019, la galería Eric Dupont le dedicó una exposición individual: Trois arbres. A través del trabajo en torno a las cortezas de abedul del crematorio V de Auschwitz-Birkenau, de un cerezo atomizado de Hiroshima y de los árboles de la vida de piedra de los jachkars armenios, Pascal Convert intentó imaginar por medio de la arqueología familiar, cultural e histórica, lo que sobrevive a la destrucción de nuestra historia reciente.